LOS CUERPOS DE LOS MONTAÑEROS ARAGONESES FALLECIDOS EN EL K-2 QUEDARAN PARA SIEMPRE EN LA "MONTAÑA ASESINA"

MADRID
SERVIMEDIA

Fuentes del club de montaña Peña Guara manifestaron a Servimedi que la recuperación de los cuerpos de los montañeros fallecidos en la expedición a la cumbre del K-2 (Pakistan), Javier Escartín, Lorenzo Ortíz y Javier Olivar, "se hace implanteable" dada la inaccesibilidad de la zona donde se hallan.

Los supervivientes, Lorenzo Ortas y Pepe Garcés, contactaron ayer telefónicamente desde Islamabad con el club de montaña, para dar una primera versión de los sucedido. En esta conversación descartaron que hubiese existido precipitación en los preparativos para la expedción que coronó finalmente la cumbre del K-2 el pasado 13 de agosto.

Los supervivientes hicieron especial hincapié en la mala suerte y el inesperado endurecimiento de las condiciones climatológicas, como causantes de la tragedia. Lorenzo Ortas y Pepe Garcés hubieron de pasar por grandes penalidades para alcanzar el campo base, situado a 5,600 metros de altitud, después de una infructuosa espera a los componentes de la cordada que fallecieron congelados al ser alcanzados por fuertes vientos huracanadoscuando efectuaban el descenso de la mítica "montaña asesina".

Huesca vive hoy una jornada de luto oficial decretada por el Ayuntamiento de la ciudad tras conocerse la luctuosa noticia. Dos autobuses, con familiares y amigos de los montañeros y que han sido fletados por el club de montaña Peña Guara, salieron de esta capital a las dos de la tarde de hoy con dirección a Barcelona, a cuyo aeropuerto de El Prat está previsto que lleguen los supervivientes de la fatídica expedición aragonesa al K-2, para sr trasladados al Hospital Clínico de Zaragoza ya que padecen congelación en las extremidades inferiores.

El regreso de Ortas y Garcés, que viajan acompañados por el médico de la expedición, Manuel Avellanas, tuvo su inicio a primeras horas de la mañana de ayer domingo en la localidad paquistaní de Skardu donde tomaron un avión que les condujo hasta Islamabad, para proseguir en dirección Karachi.

Un día antes, los montañeros habían llegado a Skardu a bordo de un helicóptero del ejército pakistaní ue les había recogido en el campo base, tras la tragedia que costó la vida a sus compañeros. El fatídico final de la expedición ha conmovido al mundo del montañismo aragonés, especialmente al oscense, que únicamente cuenta con el consuelo de ver regresar a los supervivientes.

(SERVIMEDIA)
21 Ago 1995
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