La empresa reforzará los forjados del edificio, limpiará el patio mudéjar y sus cubiertas, recuperará la chimenena del "cuarto de estudio", consolidará las pinturas decorativas del XVII y restaurará toda la fachada.

En el jardín se impermiabilizarán las bóvedas para evitar poibles deterioros de su estructura. Los expertos investigarán las conexiones histórico-artísticas de las bóvedas con el Museo Sefardí y la Sinagoga de Tránsito, con el objeto de mantener el conjunto arquitectónico que forman. Además, los especialistas rediseñarán un nuevo jardín, donde se situará la Venus de Carrara, tallada en mármol.

La ampliación de los espacios del museo se realizará mediante la restauración de los sótanos. Las obras se completarán con las infraestructuras necesarias para el mantenmiento del museo y sus alrededores, como la canalización de la aguas y la climatización.