El conflicto diplomático desaado entre España y Cuba no ha afectado a las reservas de turistas en los hoteles Sol Meliá, que incluso según el portavoz mencionado están por encima de las previsiones. Tampoco ha creado animadversión de los cubanos hacia estos establecimientos, por el hecho de ser españoles.

"El que decide dónde va a ir es el consumidor final, y el consumidor final no se ve afectado por estas decisiones políticas, a no ser que haya restricciones en la entrada. En Cuba y en otros sitios, la gente sabe distinguir lo qe es un tema de Estado y un tema de empresa", manifestó.

Esta fuente reconoció que los trabajadores cubanos en los hoteles españoles en la isla están pendientes del conflicto planteado, si bien negó que se detecte preocupación entre ellos.

A su juicio, las malas relaciones entre España y Cuba no van a cambiar la tendencia y desviar el turismo de la Isla a otros destinos del Caribe, aunque esta cadena hotelera tiene presencia en los demás puntos turísticos de esa zona: "Cuba seguirá siendo el destno clave en el Caribe, y una empresa hotelera que opera en 25 países tiene que estar en Cuba".

El portavoz de Sol Meliá recordó que, tras la salida a bolsa, inversores americanos tomaron posiciones en la sociedad en una operación coordinada por el Chase Manhatan Bank, lo que explicó por la diversificación y presencia mundial de la cadena hotelera.