Cacho señala que España es el principal proveedor de Cuba y uno de sus clientes más importantes. Además, cuenta con el mayornúmero de proyectos inversores en la isla, si bien no los de mayor volumen inversor.

En su opinión, "el mercado de Cuba podría definirse como un mercado de dimensión mediana-pequeña, en pleno proceso de ajuste y reformas económicas, sujeto a un entorno político muy especial, con grandes posibilidades de crecimiento en el futuro y en el que, por una serie de circunstancias, las empresas españolas cuentan con una cierta ventaja comparativa".

Para el agregado comercial, "la experiencia de más de 30 ños demuestra que la legislación que compone el embargo norteamericano y la distorsión competitiva introducida por la misma ha supuesto en algunos casos un elemento de oportunidad para las corrientes comerciales entre España y Cuba".

"Sería simplista, sin embargo, deducir de esa premisa que la actual situación de confrontación beneficia en conjunto a las empresas españolas", añade, porque la Ley Helms-Burton puede perjudicar a grupos empresariales españoles importantes.