Según la investigación, realizada por la compañía IDEAcarbon, los 20 principales proveedores de programas para la compensación de emisiones de dióxido de carbono, que representan el 75% del mercado, logran las reducciones de CO2 prometidas.

Sin embargo, proyectos de menor envergadura sólo producían un 70% de los beneficios prometidos.

Los programas que registraban mejores resultados, según el estudio, eran los de producción de energías renovables y los destinados a mejorar la eficiencia energética y los que peores, los de producción de gas en minas de carbón y a partir de residuos de vertederos.

Los principales problemas detectados por los autores del estudio fueron de tipo burocrático, la falta de personal con experiencia, el uso de tecnologías poco fiables y la obtención de permisos para vender la energía renovable obtenida a la red eléctrica del país en el que se desarrollaba el proyecto.