Lo hizo a través de un comunicado en el que expuso que “a menos de 24 horas de que empiece a regir esta norma, los registros ya han empezado a recibir las primeras consultas de ciudadanos interesados en rectificar la mención a su sexo”.

A pesar de ello, denunció que las plantillas del Registro Civil “aún no han recibido las instrucciones oportunas, los formularios ni la formación necesaria para que, en aplicación de la ‘Ley trans’, asistan de manera correcta a las personas que acudan para modificar la anotación de su sexo”.

En ese sentido, CSIF expuso que “la variación del sexo recogida por la ‘Ley trans’ es técnicamente compleja a efectos de Registro”, ya que “concede al empleado público una participación activa atendiendo a las demandas de información y las consecuencias jurídicas”.

Detalló que en el procedimiento, “recibida la solicitud, la persona encargada del Registro Civil debe atender a la personas disconforme con el sexo mencionado en su inscripción de nacimiento”, siendo en esta comparecencia cuando aquel “debe informar de las consecuencias jurídicas de la rectificación”.

A su vez, en el plazo de tres meses se debe volver a citar a la persona para que ratifique su solicitud “aseverando la persistencia de su decisión”, comprobar la documentación y dictar resolución.

En el caso de las personas con discapacidad, continuó CSIF, “se deben garantizar los medios y recursos de apoyo materiales y humanos, así como medidas de accesibilidad”.

Por todo ello, el sindicato lamentó que el plazo de un año que establece la ley para el desarrollo reglamentario supone “demasiado tiempo”.