CCOO, UGT y CSI-CSIF anunciaron a principios de mes un calendario de movilizaciones para noviembre y diciembre, que culmina con los dos días de paro, pero este último sindcato dijo que no convocaba la huelga por el momento a la espera de lo que decidiesen sus órganos de dirección.

La decisión de CSIF de sumarse a la convocatoria de la huelga, adoptada en una reunión extraordinaria mantenida hoy por la dirección del sindicato con los responsables regionales y sectoriales del mismo, es consecuencia de la actitud mantenida ayer por el Gobierno en la reunión de la Mesa General de Negociación de la Administración del Estado, donde no fue posible el acuerdo.

Según CSIF,el Gobierno volvió a demostrar su incapacidad para el diálogo con los sindicatos, manteniendo las mismas propuestas que ya hizo en el mes de julio en materia de salarios y empleo, así como en su negativa a retirar la movilidad forzosa impuesta a los funcionarios a través de la Ley de Acompañamiento a los Presupuestos del Estado.

Para CSIF, la actitud del Ejecutivo es "una nueva agresión a los empleados públicos, que ven cómo siguen siendo sacrificados en sus retribuciones, perdiendo cada año poder adqisitivo, independientemente de la marcha de la economía del país". CSIF denunció también la ausencia de una verdadera negociación colectiva en el conjunto de las administraciones públicas.

Siguiendo con su calendario de movilizaciones previo a la huelga de diciembre, delegados de CCOO y CSIF se manifestarán mañana en Madrid a las doce del mediodía, desde Atocha hasta la Plaza de Neptuno, y harán entrega en el Parlamento de las firmas recogidas a empleados públicos rechazando la subida del 2%. El pasad día 16, fueron delegados de UGT los que hicieron entrega de las firmas.