Según explica la organización, estas dos zonas, situadas unos 800 kilómetros al sur de Addis Abeba, son las más castigadas por la inseguridad alimentaria, la escasez de agua y los consiguientes problemas de salud.

Por la falta de lluvias y el uso exhaustivo de recursos hídricos, tales como estanques y pozos tradicionales, los niveles de agua descendieron en forma alarmante, los pastos se secaron y murió un número significativo de animales. Los que sobrevivieron se encuentran en pésimas condiciones y no pueden producir leche, lo que pone en peligro los medios de subsistencia, alertan desde Cruz Roja.

Las condiciones de salud también se están deteriorando; la malaria es endémica y la meningitis, las infecciones graves de las vías respiratorias y la diarrea son muy comunes, sobre todo, en niños de corta edad y mujeres embarazadas.

La ayuda inmediata a corto plazo que prestará la Cruz Roja Etíope, con el apoyo de la Federación Internacional, comprende el suministro de agua y de materiales para almacenarla. Las actividades previstas a más largo plazo se centrarán en el mantenimiento de los puntos de agua existentes, la rehabilitación de los pozos profundos y la construcción de cisternas para el acopio de aguas superficiales.

Asimismo, la intervención inmediata abarcará la prestación de servicios de salud, la adquisición de los suministros médicos más necesarios, la prevención de la malaria y la promoción de la vacunación.

La Cruz Roja Etíope, que ya transportó 10 tanques de agua y 3.000 bidones a las zonas afectadas, participa activamente en la supervisión y evaluación de la situación. El gobierno etíope dirige la intervención de urgencia por conducto de su organismo de prevención y preparación para desastres donde la Cruz Roja Etíope es un miembro activo. En Etiopía, 2.600.000 personas necesitan ayuda de urgencia debido a la inseguridad alimentaria.