El terremoto, de una intensidad de 5.9 grados en la escala Richter, tuvo su epicentro a 32 kilómetros al sudeste de Managua y afectó especialmente a la zona de Masalla, donde quedaron destruidas unas 160 viviendas. El número de afectados supera el medio millar de personas.

Cruz Roja ha habilitado diversos colegios y complejos deportivos para dar la primera ayuda a los damnificados por el desastre, en el que han muerto varias personas.

Las primeras necesidades (aua, alimentos y medicinas) han sido cubiertas por el dispositivo de emergencia del Gobierno nicaragüense, en el que colaboran delegados de la Cruz Roja Española y de la Cruz Roja Nicaragüense.

Cruz Roja ha entregado alimentos y botiquines de primeros auxilios al Comité de Emergencia del Gobierno nicaragüense para su distribución entre la población. Además, la organización humanitaria facilitará material para la fabricación de asentamientos provisionales en los que pueda refugiarse la población afectad.