Este envío irá destinado a cubrir las necesidades en las tareas de asistencia que realiza la Federación Internacional de Sociedades de la Cruz Roja (FICR) en los campamentos de acogida de refugiados en los países limítrofes a Ruanda.

Según fuentes de la oranización humanitaria, hasta el día de ayer, la FICR ha destinado a la operación e ayuda a los refugiados ruandeses un total de 2.250 millones de pesetas, mediante las aportaciones de las distintas Sociedades Nacionales y de la Oficina Humanitaria de la Comunidad Europea.

Más de 70 delegados, cerca de 200 auxiliares de la FICR y cientos de voluntarios de las Cruces Rojas de Ruanda, Zaire, Tanzania, Burundi y Uganda dirigen los campamentos en los que están acogidos alrededor de un millón de personas, realizando la distribución de vívieres y material de socorro y proporcionando cuiddos médicos y estructura sanitaria.

El Comité Internacional de la Cruz Roja se encarga, por una parte, del suministro de alimentos a 600.000 personas, número que podrá incrementarse en 400.000 más en las próximas semanas, tanto en Ruanda como en los países limítrofes.

Asimismo, ha comenzado a censar a los miles de niños que se encuentran separados de sus familias, tanto en el interior de Ruanda como en los países fronterizos, y que hasta ahora alcanzan la cifra de 1.700 niños.

El Comitá Intenacional de la Cruz Roja ha cifrado en más de 10.000 millones de pesetas el valor metálico de los medios materiales necesarios para hacer frente al desarrollo de su labor en la zona.

En conjunto, los distintos órganos de la Cruz Roja Internacional precisan en torno a los 6.000 millones de pesetas para cubrir las necesidades más elementales de la población ruandesa.