El pasado fin de semana concluyó con xito el semestre de Presidencia española de la Unión Europea, final que ha coincidido con la marcha del hasta ahora ministro de Asuntos Exteriores, Javier Solana, a la Secretaría General de la OTAN.

Dos han sido los logros principales de la `cumbre' de jefes de Estado y de Gobierno de la UE celebrada el pasado fin de semana en Madrid: el `euro', la moneda única, y el calendario de ampliación de la unión a los antiguos países del Este.

En los primeros meses de 1998 el Consejo Europeo decidirá qué aíses están en condiciones para la tercera fase de la unidad monetaria, al tiempo que se creará el Banco Central Europeo (BCE). El 1 de enero de 1999 se fijarán los tipos de cambio irrevocables y el BCE comenzará a realizar operaciones en `euro'.

El 1 de enero del 2002 comenzarán a circular los nuevos billetes y monedas, y todas las operaciones que se realicen desde las administraciones públicas se harán ya en 'euro'. Siete meses después, el 1 de julio, las pesetas y demás monedas nacionales dejarán d tener validez.

Aunque este calendario venía bien `amarrado' a la reunión de Madrid, después de sucesivas sesiones del ECOFIN (Consejo de Ministros de Economía) y de la ronda previa que se había hecho González por las capitales europeas, el visto bueno se alcanzó el viernes 15 de diciembre.

Al día siguiente, sábado, llegó el siguiente éxito: fijar calendario para la ampliación de la UE a once antiguos países del Este en el año 2000. El Consejo aspira a que la ampliación a esos países "coincida" cn el inicio de las negociaciones de adhesión con Chipre y Malta.

Además, el Gobierno español consiguió de sus homólogos el compromiso de la Comisión Europea para crear un acuerdo de colaboración con Cuba. "Es un éxito importante", fueron las palabras del presidente de la Comisión, el luxemburgués Jacques Santer, refiriéndose a las tres cuestiones.

NO A LA POLITICA COMUN DE EMPLEO

En la reunión de Madrid quedó demostrado que los Quince no quieren oír hablar de política común de empleo. Felipe Gozález, como anfitrión, fue el encargado de explicar a los periodistas por qué: hay una causa, la convergencia económica, y un efecto, la creación de empleo, y no al revés. "La estabilidad macroeconómica es condición (no suficiente) del crecimiento duradero".

"La Comisión Europea no crea empleos, los generan las políticas de los Estados y sus sociedades", añadió Santer y repitieron los principales mandatarios europeos, Helmut Kohl, Jacques Chirac o John Major, en ruedas de prensa por separado.

Lostres aprovecharon sus comparecencias para piropear a Felipe González y a la Presidencia española. "Gran éxito debido en parte a los trabajos previos de González", dijo Kohl. "Ante todo, ¡bravo por la Presidencia española", comenzó su rueda de prensa Chirac.

El semestre de Presidencia española sirvió para otra cosa, además de lo arriba mencionado: para catapultar a Javier Solana a la Secretaría General de la OTAN.

Durante sus numerosas giras por las cancillerías europeas, y tras el veto de EEUU alex primer ministro holandés Ruuf Lubbers, Solana se dio cuenta de que podía ser un candidato de consenso y se declaró "disponible" para el cargo. Corría finales de octubre. En España el ministro de Exteriores seguía siendo el sucesor `in péctore' de Felipe González.

A lo largo del mes de noviembre siguió circulando la versión de Solana para la dirección de la OTAN, aunque todavía sin mucho énfasis porque gran parte de la clase política y de los analistas permanecían enfrascados en la sucesión de Gonzáez. Desde el PP, incluso, se apuntó que todo era una operación para revalorizar la imagen de Solana con vista a su enfrentamiento electoral con José María Aznar.

Fue en la última semana de noviembre, vísperas de la visita a España del presidente de los EEUU, Bill Clinton, cuando Solana vio confirmado su nombramiento y Felipe González frustrada la operación sucesoria que quería encarnar en el único ministro superviviente del primer Gobierno socialista de 1982, que ha sido sustituido por Carlos Westendop.