CRONICA RESUMEN 1995. ECOLOGIA =============================

- Aumentaron las restricciones en el consumo y las pérdidas en la agricultura

- Confirmó uno de los ciclos más seco en numerosas zonas de la mitad sur peninsular

- El Gobierno tuvo que destinar 43.000 millones de pesetas a medidas de emergencia

- El Ministerio de Agricultura dejará de ingresar 150.000 millones de fondos comunitarios en 1996 por la sequía, ya que imposibilitó el creciiento de los cultivos

MADRID
SERVIMEDIA

(Por Gustavo Jerez)

La sequía registrada durante 1995 obligó a prolongar las restricciones al consumo en numerosas zonas del país, provocó un año más cuantiosas pérdidas en la agricultura y obligó al Gobierno a aprobar inversiones millonarias destinadas a obras de emergencia para paliar los efectos de la falta de precipitaciones.

Las lluvias con las que acaba el otoño permiten mirar al futuro con cierto optimismo, aunque el Instituto Nacionalde Meteorología ya ha advertido que habrá que esperar a la primavera para comprobar si es posible hablar del fin de uno de los períodos secos más intensos.

Según los datos del Ministerio de Obras Públicas, Transportes y Medio Ambiente (MOPTMA), desde 1990 hasta este año hemos asistido al período más seco del siglo en algunas zonas de Extremadura y Andalucía, y en puntos concretos, como Jaén y Badajoz, nunca se había registrado este siglo tanta escasez de precipitaciones.

En Cataluña, en los tres rimeros meses del año el volumen de lluvias se situó un 25 por ciento por debajo de la media de las últimas décadas, y en la Comunidad de Madrid, los datos del Canal de Isabel II indican que el último año hidrológico fue el segundo más seco del siglo, sólo por detrás de 1991-92.

En general, en Extremadura, Andalucía, Aragón, Navarra y Baleares, salvo núcleos aislados, algunas zonas del valle medio del Ebro y del sur de la Comunidad Valenciana, las precipitaciones se situaron durante los últimos años etre el 50 y el 80 por ciento de los valores normales.

Por el contrario, en algunas zonas del tercio norte peninsular los valores de la precipitación acumulada desde 1990 alcanzaron cotas normales.

OBRAS DE EMERGENCIA

Ante este panorama, el Gobierno se vio obligado un año más a promover medidas extraordinarias para luchar contra los efectos de la sequía. En este contexto, el Consejo de Ministros aprobó en agosto una ayuda de 43.080 millones de pesetas, de la que se beneficiaron las cuencas del Sr, Guadalquivir, Tajo, Guadiana, Ebro y Ceuta.

Desde 1991 se han adjudicado obras de emergencia por valor de 70.000 millones de pesetas, si bien en numerosos casos los ecologistas han denunciado su ineficiencia, falta de previsión e impacto ambiental.

La realidad indica que, en cualquier caso, estas iniciativas no evitaron que millones de andaluces sufrieran en 1995 restricciones en el consumo, que en algunos casos llegaron a ser de hasta dieciséis horas.

Tampoco el campo salió ileso de los fectos dañinos que la ausencia de precipitaciones ocasiona a la agricultura, y los polémicos trasvases a los regadíos de la cuenca del Segura desde la cabecera del Tajo, cuyos embalses presentaban a finales del verano una precaria situación, apenas redujeron las pérdidas.

La Unión de Pequeños Agricultores (UPA) estimó las pérdidas derivadas de la sequía en el sector en la primera mitad del año entre 6.000 y 9.000 millones de pesetas, puesto que apenas se recolectó la cuarta parte que el año anterior,pesar de que 1994 no fue un buen año.

A estos datos hay que añadir el efecto pernicioso que la sequía tuvo sobre las ayudas que la Unión Europea concede a los agricultores. Los datos oficiales del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación indican que este departamento dejará de ingresar unos 150.000 millones de pesetas de estos fondos en 1996 debido a la sequía, ya que imposibilita el crecimiento de los cultivos y, por tanto, el cobro de dichas subvenciones.

DESALACION

Como la solución aestos problemas no vino del cielo, el MOPTMA, que comprobó un año más cómo su Plan Hidrológico Nacional permanecía bloqueado mientras generaba críticas, adhesiones y disputas interterritoriales, empezó a plantear la desalación como una de las soluciones que se podrían aplicar en determinadas zonas costeras.

El titular del MOPTMA, José Borrell, reunió en octubre a todos los ministros de Medio Ambiente de la Unión Europea (UE) en Sevilla para convencerles sobre la necesidad de que la UE financie la consrucción de plantas desaladoras.

En Sevilla, Cádiz, Ceuta, Málaga, Almería, Cartagena y Alicante ya se plantea la desalación como solución a los problemas de abastecimiento, además de Murcia, donde ha entrado en funcionamiento la desaladora más importante puesta en marcha en la península, y Canarias, donde este tipo de tecnología se utiliza desde hace lustros.

A la espera de comprobar si la desalación puede minimizar los problemas de abastecimiento que plantean los períodos prolongados de sequía, l "negocio del agua" se abre a una nueva posibilidad, ya que el coste de una desaladora con capacidad para tratar 40.000 metros cúbicos diarios puede ascender a 7.000 millones de pesetas.

Lo que parece claro es que la desalación no es la solución para el sector que consume la mayor parte de los recursos hídricos, la agricultura, que absorbe el 80 por ciento del agua que se consume en España.

También empieza a estar claro cómo evolucionará el clima en el futuro. Según las predicciones del Hadley Cnter, las precipitaciones disminuirán un 8 por ciento en España en la segunda mitad del siglo XXI como consecuencia del cambio climático provocado por las emisiones de gases de efecto invernadero.

Los científicos del Panel Intergubernamental de Expertos sobre Cambio Climático (IPCC), reunidos en Madrid el pasado mes de noviembre, son más cautos y prefieren no hacer predicciones sobre cómo influirá el cambio del clima en las precipitaciones, pero de momento ya han confirmado que las actividades humanascontribuyen a él, y han advertido que la temperatura media del planeta puede subir hasta tres grados el próximo siglo si los gobiernos no adoptan con carácter urgente medidas correctoras.

(SERVIMEDIA)
23 Dic 1995
GJA