Asimismo, FEAPS criticó hoy la decisión de la Audiencia de Barcelona de pedir al Ministerio de Justicia el indulto de José Mendoza Burgos, un ex guardia urbano condenado por abusar sexualmente de una mujer con discapacidad psíquica de 45 años.

Aunque el Ministerio Fiscal solicitó una pena de trece años de reclusión menor por tres delitos de violación o, alternativamente, de agresión sexua, la Audicneica rebajó la pena a cuatro años por un delito de abuso sexual.

El tribunal considera que no se produjo violación porque no hubo violencia o intimidación, a pesar de que reconoce que la víctima se opuso a los deseos del condenado. Sin embargo, la sentencia interpreta que la víctima, a causa de su discapacidad, "no capta el alcance o significado de sus actos en la esfera sexual", por lo que concluye que la acción delictiva del ex policía no produjo en ella "sentimiento de pesar o rechazo nila sumió en estado de tristeza".

FEAPS se pregunta si "de verdad la sala sentenciadora se ha considerado capaz de determinar lo que siente y aprecia una persona con retraso mental".

Para la confederación, "el razonamiento del juez ha gravitado en torno a la exculpación del agresor. Y, curiosamente, según parece, por problemas psíquicos".

Asimismo, muestra su preocupación ante el contenido de la sentencia porque puede interpretarse que "por tener una discapacidad psíquica, ha de aceptarse la gresión de otra persona".

La confederación que agrupa a las asociaciones que defienden a los discapacitados psíquicos hizo un llamamiento a toda la sociedad para que, "de una vez por todas, se considere a las personas con retraso mental como iguales en derechos y obligaciones".