La memoria recoge una disminución en el crecimiento de los negocios clasificados como "inversión socialmente responsable" durante el último año, y como ejemplo cita el retraso en el desarrollo del fondo para infraestructuras ambientales, que HSBC pretendía lanzar en 2009 con una dotación inicial de 600 millones de dólares.

Además, las emisiones de gases de efecto invernadero de la entidad aumentaron en 1.000 toneladas, desde 953.000 en 2007 hasta 954.000 en 2008.

Como dato positivo, el informe destaca la introducción de software sostenible para que 300.000 ordenadores del grupo se desenchufen de forma automática al terminar la jornada laboral. De esta forma HSBC ahorrará cerca de 30 millones de dólares alaño en consumo de energía, estiman sus responsables.

Dicha medida forma parte de los objetivos medioambientales sobre reducción de residuos y emisiones acordados por el Consejo de Administración del banco en 2008.

Para 2009 HSBC se ha propuesto revisar su política de préstamos al sector energético, ampliar las investigaciones sobre cambio climático e intensificar el control en materia de sostenibilidad respecto a sus principales proveedores.