Garralda, que presentó ayer el libro "Hacia la empresa razonable", matizó que las áreas que se verán afectadas serán las relacionadas con patrocinio y mecenazgo, en el caso de que no estén vinculadas a las líneas estrategicas de la empresa.

En este sentido, recalcó que se producirá un abandono de la resposabilidad social por parte de aquellos cuyas políticas no estén integradas en la estrategia de la empresa, por el contrario, "quienes así lo estén gestionando, verán aumentada su eficacia".

Por su parte, Diego del Alcázar, presidente del Instituto de Empresa, afirmó que las empresas deben de tener un nuevo rol en la sociedad haciendo un mayor hincapié en la responsabilidad social, lo que les permitirá entender mejor el entorno cambiante en el que desarrollan su actividad.

Para Carlos Mas, presidente de PricewaterhouseCoopers, la implantación de la responsabilidad social no tiene vuelta atrás. Además, también remarco la necesidad de innovar con el fin de poder obtener un retorno empresarial que posibilite el liderazgo de las mismas.

Ramón Jauregui, secretario general del Grupo Parlamentario Socialista en el Congreso, señaló la necesidad de que se produzcan cambios en la organización del mundo con un nuevo orden financiero y de la globalización de la economía.