"El protagonismo de Pío Cabanillas el día de la huelga general quedará para la historia de los gobiernos de este país omo una especie de baldón, para quién tenía la obligación de informar a los ciudadanos, quienes a partir del 20 de junio dudaban incluso de las ruedas de prensa del Consejo de Ministros", comentó Rojo.

Pío Cabanillas hizo de la portavocía del Gobierno "un aparato de propaganda" no solo del Gabinete de Aznar sino también del Partido Popular, insistió, "en una competencia poco edificante con Javier Arenas, con quién no ha mantenido nunca unas fluidas relaciones, sino todo lo contrario".

"Para las hmerotecas quedan las risotadas de Pío Cabanillas, Rodrigo Rato y Mariano Rajoy en una rueda de prensa del Consejo de Ministros de hace unos meses, lo que constituyó una falta de respeto hacia los ciudadanos, los propios periodistas e incluso con la propia institución del Consejo de Ministros", opina javier rojo.

Su "protagonismo desaforado o avidez de notoriedad", según el dirigente socialista, "quedó patente cuando impuso su presencia frente a la de Javier Solana en los Desayunos de TVE, que dirige Lis Mariñas, el día que comenzaba la Cumbre de la UE en Barcelona".