CRECE LA PRESION DEL GOBIERNO SOBRE LA BANCA PARA REDUCIR EL PRECIO REAL DEL DINERO QUE PRESTAN
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El abaratamiento del precio del diero para el consumidor final amenzaza con convertirse en el caballo de batalla para los próximos meses entre el sistema crediticio y el gobierno. El ministro de Economía, pedro Solbes, con su llamamiento de ayer a los bancos, ha dejado claro que la presión no va a limitarse a la que pueda ejercer el gobernador del Banco de España, Luis Angel Rojo.
La caida del precio oficial del dinero es un hecho ya, con una reducción del 3,75 por cien en lo que va de año. La banca privada, sin embargo, se resiste a rasladar ese proceso a los créditos que concede.
Mientras tanto, las empresas y ciudadanos españoles ven como la carga financiera que soportan por sus préstamos no se aligera de acuerdo con las expectativas que se han venido creando y que un crédito al consumo tenía a finales de junio -últimos datos disponibles- un coste por intereses del 18,69 por cien del dinero solictado, sólo un 0,8 por cien más barato que en el mes de diciembre del año pasado. En el mismo período, el Banco de España había bajado os tipos de referencia un 2,5 por cien.
Esta contradicción atenta contra los objetivos de política económica del Gobierno entre los que figura de forma destacada la reducción del precio del dinero al particular, para acelerar la demanda; y a las empresas, de cara a mejorar su estructura financiera y dinamizar la oferta de productos y servicios.
Luis Angel Rojo ha dado un primer toque de atención a los banqueros españoles reuniendo el viernes pasado a sus más destacados representante para urgirlesa una reducción más profunda en los tipos de interés de sus créditos. Al mismo tiempo, como si se quisiera facilitar las cosas, el Banco de España decidía a primera hora del lunes la reducción del coeficiente de caja del 3 al 2 por cien.
Esta reducción significa la liberación de 400.000 millones de pesetas que hasta ahora se encontraban cautivos como depósitos que el Banco de España no remuneraba. Por tanto, con que los bancos trasladaran estos fondos al interbancario, con un tipo de interés del 10 po cien, añadirían en su conjunto 40.000 millones de pesetas a sus cuentas de resultados.
Hasta ahora, no ha habido una respuesta sensible. ¿Por qué los bancos españoles se resisten a bajar sus tipos de interés reales, que no tienen mucho que ver con los preferenciales que declaran? De hecho, a finales de junio el tipo preferencial medio de los bancos era del 12,85 y del 12,32 por cien en las cajas de ahorro. Mientras tanto, los bancos prestaban a tres años su dinero a un coste medio del 16,43 por cienlas cajas al 15,96 por cien, muy superior al declarado como preferencial.
LA MOROSIDAD, AUTÉNTICA "BESTIA NEGRA"
La razón de mayor peso es tan sencilla como que los bancos no quieren aumentar el volumen de su inversión crediticia por miedo a que con ello crezca más aún la morosidad, auténtica "bestia negra" con la que batallan actualmente.
Una pronunciada bajada de tipos supondría un aumento de las solicitudes de crédito como dicta la más elemental de las leyes de la economía, la ley de la ofeta y la demanada. A menor precio más demanda. Pero tambien, creen los bancos, mayor morosidad. Una morosidad que se acerca al 7 por cien del total de los créditos y que tiene para los bancos un doble efecto negativo.
Por un lado, el dinero que se deja de ingresar por el simple impago. Pero, además, el Banco de España obliga a provisionar los créditos de dudoso cobro, lo que supone una merma añadida para los bancos en sus cuentas de resultados.
Además, la reducción de los tipos de interés del crédto debería tener su correlativa en la reducción de las rentabilidades que las entidades bancarias ofrecen por los depósitos, ya sea a plazo, de ahorro o en cuentas corrientes. Sin embargo, la progresiva agresividad del conjunto de la banca hace dificil pensar en una drástica reducción de los tipos de interés del pasivo, es decir, de los recursos que los clientes mantienen en las entidades bancarias.
Sin esa reducción del coste que para la banca tienen los depósitos, la resistencia a una rebaja de los ipos de interés del crédito se hará casi estructural. Máxime en un momento en que se están reduciendo los márgenes financieros, es decir, la diferencia que existe entre los tipos de interés que los bancos y cajas cobran por los créditos y el que pagan por los depósitos.
En definitiva, la banca cree que el descenso de sus tipos de interés está vinculado en este momento más a las circunstancias de su propia operativa y al margen de maniobra que deja a cada banco y caja sus propias circunstancias que lasdecisiones que el Banco de España tome a la hora de ejecutar la política monetaria.
(SERVIMEDIA)
22 Ene 1993
JCV