El 64,80% de los abortos realizados en el periodo analizado se practicaron en mujeres con 8 o menos semanas de gestación y el 26,63% entre 9 y 12 semanas. Sólo en un 1,35% se superaron las 21 semanas de embarazo.

La salud materna es el motivo esgrimido por la mayoría de las personas que solicitan la intervención (97,32%), seguido por el riesgo fetal (2,27%), una violación (0,03%), y otros motivos sin especificar (0,28%).

La tasa media de abotos practicados en todo el Estado es de un 6 por 1.000 mujeres entre 15 y 44 años. En cuanto al lugar de residencia de las afectadas, seis comunidades autónomas superan esta media: Baleares (11,13 por 1.000), Cataluña (7,65 por 1.000), Madrid (7,46 por 1.000), Asturias (7,15 por 1.000), Aragón (7,03 por 1.000), y Canarias (6,98 por 1.000).

Baleares y Asturias han seguido a lo largo de la década de los 90 evoluciones diferentes. Baleares ha pasado de tasas de 6,56 por 1.000 mujeres en edad fértil residntes en su comunidad que abortaban a principios de la década, a una tasa de 11,13. Por el contrario, la tasa de las mujeres que viven en Asturias pasó del 9,98 en 1990 o del 11,18 en 1994, a 7,15 en 1998.

Por grupos de edad, son las mujeres de entre 20 y 24 años las que registran una tasa de interrupción voluntaria de embarazo más alta (9,13 por 1.000), seguido por el grupo de entr 25 a 29 años, con un 7,35 por 1.000.

En menores de 19 años, la tasa registrada en 1998 fue de 5,71 por 1.000, y entr las de 40 años o más fue de 2,35 por 1.000.