Así, durante el mes de enero salieron de España un total de 266 millones, que se elevaron hasta 270 en febrero y alcanzaron los 305 millones en marzo.

Las remesas de los trabajadores repatriadas a sus respectivos países vienen creciendo en los últimos años ya que, en el año 2000, el dinero enviado por los extranjeros ascendió a 1.446 millones de euros, cantidad que se ha ido incrementando en tasas superiores al 17% año tras año, para situarse en los 3.436 millones de euros al cierre del pasado mes de diciembre.

A pesar de estos incrementos, los españoles que residen en el extranjero envían a España más dinero del que remiten a sus países los inmigrantes que viven en el territorio nacional. Además, mientras los primeros van decayendo, los segundos crecen.

Así, en el primer trimestre de 2005, España ingresó 935 millones de euros de los emigrantes repartidos por todo el mundo, un 3,4% menos que en el mismo periodo de 2004. La balanza sigue siendo favorable a España pero las cantidades se acercan cada vez más.