Así lo comunicó este lunes la compañía a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), en un hecho relevante en el que revela también que su beneficio bruto de explotación (Ebitda) se elevó a los 183 millones, un 77% más.

Los ingresos del ejercicio, que estuvo marcado por la integración de Abengoa, alcanzaron los 702 millones, un 21% por encima de 2023.

Al término de 2024, Cox contaba con una liquidez de 268 millones de euros y su deuda financiera neta era de 62 millones, un 57% menos que los 143 millones contabilizados un año antes.

En cuanto a 2025, Cox estima que el Ebitda se situará por encima de los 230 millones, el beneficio neto por encima de 80 millones, y los ingresos alcanzarán los 1.200 millones.

Además, contempla invertir 600 millones para empezar a aplicar su Plan Apollo, que incluye invertir 3.000 hasta 2028. Con ello, el ratio deuda-ebitda se acercará a 1 veces, frente a las 0,3 veces de cierre de 2024.

Cox centrará sus inversiones en activos de agua y energía que generen Ebitda recurrente en Marruecos, España, Estados Unidos y otros países de América Latina.