En una entrevista concedida a Servimedia, Sáenz Cosculluela defendió que el actual vicesecretario general del partido siga jugando un "papel importante" en la ejecutiva, y rechazó la pretensión de algunos de sus compañeros de prescinir de él porque eso sería "silenciar" a un sector muy importante del partido socialista.

"Alfonso Guerra debe seguir jugando", recalcó, "un papel importante en la Ejecutiva y en el partido porque representa cosas muy importantes. La verdad es que me parece un poco necio. Si es que hay alguien que quisiera prescindir de él y hay compañeros que creen que Alfonso Guerra debe estar fuera de la Ejecutiva, a mí me parece que sería una manifestación de una voluntad de silenciar a un sector del partido muy sinificativo y que tiene una trayectoria verdaderamente impresionante".

A su juicio, Guerra sigue siendo un elemento necesario para que los socialistas reconquisten el Gobierno y lo importante es que del próximo cónclave socialista surja "un partido muy unido para apear a la derecha del poder, y todo lo que sea restar me parece absurdo".

LA CANDIDATURA DE GONZALEZ

Por otra parte, se mostró hoy escéptico sobre el deseo expresado por Felipe González de no querer volver a presentarse como candidatolas próximas elecciones generales y dijo que habrá que esperar hasta el próximo congreso del PSOE para conocer cuál es la verdadera intención del líder socialista.

Sáenz Cosculluela, adscrito al sector guerrista del partido, recordó que González ya ha dicho en otras ocasiones que no iba a presentar su candidatura y luego ha cambiado de opinión.

"Hay un congreso dentro de un mes", agregó, "y ya veremos que nos dice (González) en él. Yo no quiero especular sobre cosas que no sé en qué tono las ha icho y además no conozco los matices. Supongo que él dirá su pensamiento en el congreso, ante los delegados de todo el partido".

En declaraciones realizadas el pasado viernes en una rueda de prensa en Guadalajara (México), González dijo: "no quiero volver a ser presidente. Es algo que me sale de las tripas. Hay dosis que son suficientes en la vida y trece años en el poder es como para volverse loco. Ya tuve bastante. Dios no quiera que vuelva. Me siento más libre desde hace un año".