El informe revela que el Ministerio de Defensa gastó algo más de tres billones de pesetas en inversiones reales, a precios constantes de 1990, lo que supone una media de 300.000 millones de pesetas anuales.

Vicenç Fisas asegura que más de una tercera parte de estas cantidades fue invertida en el exterior, "ya sea para comprar armamento extranjero o para participar en los numerosos proyectos multinacionales de investigación militar vinculados a la OTAN".

De los dosbillones restantes, 575.907 millones de pesetas corresponden a inversiones centralizadas en Madrid, mientras que otros 298.791 fueron a parar a La Coruña.

La provincia gallega acaparó, de esta forma, el 40 por ciento del gasto regionalizable del Ministerio de Defensa en el mencionado periodo de tiempo.

En el apartado de inversiones regionalizables, siguen a La Coruña, según las estimaciones del CIP, las provincias de Murcia y Cádiz, con 94.100 y 65.900 millones de pesetas, respectivamente.

E estas tres provincias están localizados los astilleros de la Empresa Nacional Bazán, que construye, moderniza y repara los buques de la Armada española.

El estudio sitúa a continuación de éstas a Sevilla, Zaragoza, Valladolid, Las Palmas, Valencia, Ceuta-Melilla, Jaén, Burgos, Granada, Asturias, Badajoz, Albacete, Palencia y Baleares.

Entre las que menos inversiones recibieron figuran Barcelona, con 6.979 millones; Ciudad Real, 6.709; Tenerife, con 5.394 y Toledo, con 5.242.