La compañía considera que el tiempo de reposición del servicio tras la avería, que comenzó a las siete y dez de la tarde y finalizó a las nueve de la noche, es normal, ya que hubo que localizar el fallo, repararlo, comprobar que todo volvía a la normalidad y restablecer la tensión.

La pérdida de aislamiento produjo el cortocircuito en el interruptor, que había sido revisado en septiembre del año pasado y que estaba en su tiempo normal de vida útil.

El interruptor afectado está situado en un nudo importante de la red eléctrica, lo que produjo el apagón, que afectó a 180.000 clientes, es decir, un terco de los abonados en Zaragoza capital, 20.000 en su provincia y 40.000 en la provincia de Teruel.

El director de Explotación de ERZ explicó hoy que la causa técnica exacta del cortocircuito podrá conocerse en las próximas horas, aunque sí se conocen las razones del incendio posterior: "El interruptor funciona con aceite dentro, que fue expulsado, y el arco eléctrico que se produjo provocó el modesto incendio, que se extinguió con los propios extintores de la subestación, aunque luego se llamó por prevnción a los bomberos".

Las pérdidas que el apagón provocó en los polígonos industriales de Zaragoza se desconocen por el momento. Por lo que se refiere a ERZ, el valor de los daños rondará los 6 millones de pesetas, que es el coste del interruptor averiado más las cantidades que la compañía deje de percibir por la falta de servicio a los clientes.

La compañía rechaza cualquier comparación de lo sucedido ayer con la avería sufrida la pasada semana en Cataluña, ya que en el caso de Aragón falló solmente la red de distribución, mientras que la red básica no se interrumpió en ningún momento. ERZ descarta también cualquier tipo de sabotaje.