La votación transcurrió según lo previsto. Así, el PP se hizo on las dos vicepresidencias que le corresponden según la aplicación aritmética de su resultado electoral, ya que rechazó ceder ninguno de sus puestos a las minorías.

La incógnita era cómo distribuiría el PP sus votos una vez conocido el acuerdo del PSOE con todos los demás grupos para repartir los puestos en las mesas del Congreso y del Senado.

Dado que la votación era nominal y por papeleta en urna, y el orden de las vicepresidencias electas depende del número de votos obtenido por cada una de elas, el PP tenía la opción de volcarse en uno de sus candidatos para luchar por la primera o la segunda arriesgando al otro, o repartir de forma equilibrada entre los dos para garantizar ambos puestos, aunque fueran los dos últimos.

Calculando cuál podría ser la opción del PP, socialistas y los demás grupos de oposición repartieron sus papeletas para garantizar la vicepresidencia primera para el PSOE e intentar que la segunda fuera para CiU.

Finalmente, Chacón obtuvo el primer puesto con 125 voto, Vilajoana el segundo con 77, Cisneros el tercero con 75, y gil Lázaro el cuarto con 72 votos. También hubo una papeleta nula.