Según informó hoy, para la puesta en marcha de estos proyectos piloto, la empresa postal pública aprobó a finales de 2007 la compra de los primeros vehículos comerciales (cinco) y bicicletas (nueve) adaptadas al traslado de pequeñas cargas.

Pretenden facilitar la labor del cartero en áreas peatonales en las que actualmente debe acceder transportando a pie y de forma manual el gran volumen de envíos postales que en ellos se reparten.

Este tipo de vehículos tiene un precio mayor a los convencionales, si bien tienen una vida útil superior, además de un menor coste de utilización y mantenimiento.

Esta ventaja se añade a las medioambientales, pues al no utilizar combustible derivado del petróleo, los efectos contaminantes disminuyen de manera drástica, y además no generan ruidos.