Según informó la compañía este martes, Correos Fríos es un servicio logístico para los envíos que requieren de un transporte a temperatura controlada.

La previsión de la compañía es incorporar más de 60 nuevos vehículos de este tipo el próximo año de modo que, a finales de 2023, Correos dispondrá de cerca de 80 vehículos de estas características en su flota.

La transformación de estos vehículos ha consistido en isotermar su interior, incorporándoles adicionalmente un equipo frigorífico que mantiene el interior de la caja a la temperatura que el cliente necesite para el reparto de su mercancía. Además, llevan instalados un termógrafo, sondas y varios sensores que permiten controlar el mantenimiento de la cadena de frío en tiempo real a través de la plataforma de control de Correos, lo que permite ser proactivos ante cualquier incidencia que se pueda detectar en el reparto.

Estos vehículos están destinados, principalmente, al reparto de productos frescos (mariscos, carne, pescado, etc.) en la última milla. Se están utilizando en Madrid, Valencia, Sevilla y Barcelona para atender a más de 30 clientes, especialmente del sector de alimentación.

Correos Frío también dispone de otra solución mediante el uso de cajas isotérmicas sensorizadas con las que puede monitorizar la temperatura, humedad o posibles impactos desde la recogida del envío hasta su entrega y facilitar esa información en tiempo real a los clientes. Con el uso de Internet of Things (Internet de las Cosas en español), los clientes pueden saber a qué temperatura se encuentra su producto en cada momento, mantenerla dentro del rango elegido hasta cinco días y recibir alertas de cualquier variación en la cadena de frío.

Estas cajas permiten contratar diferentes rangos de temperatura para adaptar el transporte a las necesidades de cada producto y proporcionan la máxima fiabilidad y garantía de control de la cadena de frío.