EL CORONEL AYUSO NIEGA ANTE GARZON LA EXISTENCIA DE IRREGULARIDADES EN LAS OPERACIONES DE LA UCIFA
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El coronel Arsenio Ayuso, máximo responsable de la Unidad Central de Investigación Fiscal y Antidroga (UCIFA) de la Guardia Civil hasta 1990, negó hoy la existencia de irregularidades en el seno de l unidad así como cualquier implicación en la desaparición de alijos de droga incautadas por el Cuerpo.
Ayuso compareció durante cerca de cuatro horas ante el titular del juzgado central número 5 de la Audiencia Nacional, Baltasar Garzón, quien le comunicó que lo hacía en calidad de imputado en varios delitos contra la salud pública.
Según el abogado José Emilio Rodríguez Menéndez, Ayuso dijo desconocer algunas de las supuestas operaciones irregulares llevadas a cabo por la unidad por encontrarse uera de servicio cuando se produjeron, subrayando que durante su ausencia la responsabilidad del grupo recaía en el teniente coronel Francisco Quintero.
Así, negó conocer los pormenores de una operación desplegada en Sevilla en la que dos agentes cubrieron la ruta Barcelona- Madrid-Sevilla con un confidente y dos kilos de heroína en la que no hubo entrega ni detenciones, aunque la sustancia fue presentada posteriormente como un alijo incautado en el aeropuerto hispalense. Ayuso explicó que por aquel etonces estaba de vacaciones celebrando la onomástica de sus hijos, Josefa y José.
Tampoco sabía nada acerca de la aprehensión a una red turca de dos kilos de sustancia en Valencia que desaparecieron después, argumentando que fue el teniente coronel Quitero quien llevó las riendas de la operación como lo muestra el hecho de que fue el quien ofreció la rueda de prensa a los medios de comunicación.
Además, el coronel comentó que realizaba unos cursillos cuando la UCIFA detuvo en enero de 1988 en Pamlona a dos guardias civiles a los que habian colocado con anterioridad un alijo de hachís "porque no caían bien a algunos mandos", según declararon los arrepentidos. Los detenidos fueorn condenados por tráfico de estupefacientes y cumplieron la pena.
Rodríguez Menéndez cree que el coronel miente, ya que Ayuso se reincorporó a la unidad antes de que se cerrara la operación, el 5 de febrero.
Por otra parte, el coronel explicó que la puesta en libertad de una supuesta traficante, Ana María RodríguezFarfay, a la que pillaron dos veces, una en su propio domicilio y otra en la localidad de Motila de Palancar, con 400 y 600 gramos de heroína, respectivamente, fue porque así se lo pidió el grupo de delincuencia internacional de la policía que la estaba investigando para intervenir un alijo de mayor envergadura.
Ayuso aseguró también que desconocía la existencia de libros de control de entregas vigiladas o de confidentes, en contradicción con lo declarado por otros guardias civiles detenidos, aunque rconoció que sus nombres eran apuntados en un papel que posteriormente era destruido "para mayor seguridad".
Además, negó que en la caja de seguridad de la unidad se escondiera droga, mientras que "los Dalton", dos de los confidentes arrestados, explicaron que el comandante Pindado les entregó cinco kilos de droga que sacó de la caja que había en sus despacho.
El coronel Ayuso prestará declaración de nuevo mañana para ser interrogado sobre el pago realizado con droga a confidentes, ya que varios gardias civiles afirmaron ante el juez que su jefe les dio carta blanca para sustraer droga incautada "ya que la unidad estaba mal de dinero para pagar su colaboración (la de los confidentes)".
Asimismo mañana también comparecerá en el juzgado el coronel Rafael Garabito, destituido al frente de la UCIFA tras iniciarse las detenciones, el pasado mes de diciembre.
(SERVIMEDIA)
19 Ene 1993
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