En su participación en un acto organizado por el Club del Siglo XXI, Corbacho defendió que es "legítima la discrepancia", pero denunció que esta crícia "resulta perversa" si se hace aprovechando ese retardo "para desgastar la acción del Gobierno". "Esa es una conducta irresponsable", añadió Corbacho.

En este sentido, el titular de Trabajo aseguró que este retardo es "un problema insalvable", ya que "las medidas adoptadas requieren, en la mayoría de ocasiones, como es lógico, un plazo de tiempo para que comiencen a ser efectivas".

"Entiendo que un trabajador que ha perdido el empleo no entienda este retardo en la actuación de las medidas", indicó Corbacho, pero añadió que "sí creo que deben tenerlo en cuenta quienes tienen responsabilidades públicas frente a los ciudadanos".

Por otro lado, Corbacho afirmó que "estamos atravesando el contexto socioeconómico más cambiante, imprevisible y novedoso desde hace más de treinta años", y subrayó que, "desde el primer momento, la prioridad número uno del Gobierno en estos momentos es impulsar la creación de empleo y reducir el paro".

No obstante, aseguró que el mercado laboral mantiene algunos aspectos positivos, como que "la crisis no afecta a todas las actividades por igual" y algunas actividades "siguen elevando su ocupación", como los servicios sociales, la educación, las actividades informáticas, la investigación y el desarrollo, la intermediación financiera o las telecomunicaciones, "sectores todos ellos con gran proyección de futuro".

Además, subrayó que la incidencia de la reforma laboral acordada con los interlocutores sociales en la pasada legislatura, y que entró en vigor en junio de 2006, ha determinado una "clara inflexión de la temporalidad" en el mercado laboral, que ha permitido reducir "de forma muy notable" esta tasa en España.

En tercer lugar, Corbacho apuntó que la cobertura de las prestaciones por desempleo "está en los niveles más elevados de la historia".

Asimismo, el ministro recordó que el proceso de diálogo social sobre el mercado laboral "está en curso" y tiene el doble objetivo de mejorar los mecanismos de protección de los ciudadanos, en especial de aquellos más desprotegidos, y de lograr una base de crecimiento económico más equilibrada.

Según Corbacho, el diálogo con los agentes sociales se está centrando en la modernización de los servicios públicos de empleo, para que puedan "construir itinerarios personalizados y lograr más y mejor intermediación".

Asimismo, se busca el "impulso y la mejora de los sistemas de formación profesional", y la "evaluación y redefinición" de las políticas activas de empleo.