Cumbre del Clima

La COP29 propone que los países ricos movilicen 250.000 millones para financiación climática desde 2035

- La cifra total asciende a 1,3 billones de dólares procedentes de "todas las fuentes públicas y privadas" para los países vulnerables

MADRID
SERVIMEDIA

El último borrador de la Cumbre del Clima de Bakú (Azerbaiyán) -conocida como COP29- sobre el nuevo objetivo colectivo cuantificado de financiación que deben recibir los países vulnerables a los impactos del clima fija esa factura climática en 1,3 billones de dólares a partir de 2035, si bien los países ricos deben movilizar 250.000 millones.

La financiación climática es el asunto estelar que debaten los delegados de casi 200 países en salas de reuniones del Estadio Olímpico de Bakú durante estos días. El acuerdo debería actualizar el objetivo alcanzado en la Cumbre del Clima de Copenhague en 2009 de 100.000 millones de dólares anuales que los países ricos deben aportar a las naciones vulnerables desde 2020, algo que consiguieron dos años más tarde. Esa cantidad también figura en el Acuerdo de París, adoptado en 2015.

La Presidencia de la COP29 dio a conocer este viernes el último borrador de un paquete formado por financiación climática, mitigación, adaptación y transición justa, cuando la cumbre teóricamente debe finalizar a las 18.00 horas (hora local). Tradicionalmente, estas citas diplomáticas se alargan en el tiempo y es previsible que la de Bakú se prolongue más allá del cierre oficial.

PAÍSES RICOS “A LA CABEZA”

El texto sobre el nuevo objetivo de financiación climática, recogido por Servimedia, se reduce ahora a cinco páginas y carece de corchetes y opciones abiertas, con lo que llega por primera vez a una ‘zona de aterrizaje’ con cifras concretas, algo demandado por muchos delegados en el Estadio Olímpico de Bakú.

El borrador “exhorta a todos los actores a que trabajen juntos” para que los países en desarrollo reciban “al menos 1,3 billones de dólares” anuales para acción climática desde 2035.

Ese dinero procederá de “todas las fuentes públicas y privadas”, es decir, no solo de las naciones ricas, sino de empresas, el comercio de carbono o nuevos impuestos a los combustibles fósiles o a multimillonarios. Se trata de una cuantía solicitada por negociadores de la COP29 que representan a países vulnerables o pequeños estados insulares en desarrollo, como Bolivia y Samoa.

Dentro de ese marco financiero general, el borrador indica que los países ricos deben estar “a la cabeza” para movilizar 250.000 millones de dólares al año desde 2035 para las naciones en desarrollo.

Y esa cantidad vendría de “una amplia variedad de fuentes, públicas y privadas, bilaterales y multilaterales, incluidas fuentes alternativas”, e incluso con aportaciones de los bancos multilaterales de desarrollo.

Además, el borrador “invita” a los países en desarrollo (una categoría en la que entran economías emergentes como China y los países del golfo Pérsico) a que hagan “contribuciones adicionales, incluso mediante la cooperación Sur-Sur, para alcanzar o complementar” el objetivo de 250.000 millones de dólares anuales.

“UNA FARSA”

Tras conocer el texto, Jasper Inventor, jefe de la Delegación de Greenpeace en la COP29, calificó el documento de “inadecuado, alejado de la realidad de los impactos climáticos y escandalosamente por debajo de las necesidades de los países del sur global, aunque al menos ahora tenemos una cifra”.

Para Vaibhav Chaturvedi, miembro senior del ‘think thank’ indio CEEW (Consejo de Energía, Medio Ambiente y Agua), “la cifra de 1,3 billones de dólares es, en el mejor de los casos, una farsa”. “Incluso el aparente aumento de la provisión del mundo desarrollado al mundo en desarrollo de 250.000 millones de dólares anuales para 2035 es el mismo que los 100.000 millones de dólares para 2020 si se tiene en cuenta una inflación media anual del 6%. No hay ningún componente de subvención o financiación de bajo coste”, resumió.

"El objetivo de 250.000 millones de dólares no es suficiente, no es lo suficientemente grande, no es lo suficientemente rápido, no es lo suficientemente bueno. Mientras el mundo se quema, no podemos esperar otros 11 años para conseguir una miseria y dar la impresión de que estamos poniendo en suspenso la transición a los combustibles fósiles”, indicó Friederike Roder, vicepresidenta de Políticas y Defensa Globales de Global Citizen.

Rachel Cleetus, directora de políticas del Programa de Clima y Energía de la Unión de Científicos Preocupados, indicó que, “con una oferta de financiación climática insignificante de 250.000 millones de dólares anuales y un plazo de entrega que puede llegar hasta 2035, las naciones más ricas, incluidos los países de la UE y Estados Unidos, están peligrosamente cerca de traicionar el Acuerdo de París”.

(SERVIMEDIA)
22 Nov 2024
MGR/clc/gja