Según la CCAE,en las propuestas de reglamento, la Comisión elimina toda diferenciación del cultivo del maíz de los otros cultivos de regadío y suprime su superficie de base y su rendimiento diferenciado, y "esto llevará consigo la desaparición de la producción de maíz en España".

España tiene en la actualidad una superficie de base de maíz de 403.000 hectáreas, con unos rendimientos diferenciados de acuerdo a la especificidad de su cultivo y su elevada producción. Esta diferenciación tiene por objeto poder compensa en su totalidad las pérdidas de ingresos causadas por la reducción de los precios institucionales provocada por la PAC del año 1992. Según la CCAE, "con esta propuesta, la suma de ingresos por precios más la compensación por hectárea harán inviable su cultivo".

En un comunicado, las cooperativas agrarias rechazan la reforma "porque representa para el sector agrario y para las cooperativas entrar en una espiral de quiebra, cuyo fin será el empobrecimiento de un sector ya de por sí muy ajustado a una eonomía de supervivencia".