La carrera de camareros mallorquina pretende sumarse a las competiciones que de este estilo ya existen desde hace años en otras localidades del mundo como Barcelona, Hong-Kong, Milán, Bayonne o París.

De acuerdo con las bases del concurso, los participantes, cuyo número se estima n medio centenar, deberán vestir uniforme de camarero profesional, incluida la corbata o pajarita, y portar en la bandeja, además de la botella, un vaso lleno de líquido.

Ninguna de las piezas podrá ser tocada por el camarero aunque se permite que como consecuencia del movimiento el contenido del vaso pueda salpicar, si bien la eliminación será automática si cae alguno de los objetos.