La última oferta de Renfe dirección proponía la constitución de un fondo de 8.900 millones de pesetas para financiar la subida de salarios en 1991, y un aumento del IPC más dos puntos en 1992, además de crear 1.000 puestos de trabajo fijos.

Los representantes de lo trabajadores de Renfe aseguraron hoy que los 8.900 millones de pesetas, "se traducen en un incremento medio del 6,5 por cien", por lo que opinan que "la empresa se mantiene inalterable, con tendencia empeorar".

Para CCOO, sindicato mayoritario en Renfe, durante las reuniones de los últimos días, "los nuevos responsables de la compañía han adoptado posiciones de auténtica intransigencia que suponen un retroceso en la negociación".

A juicio de esta central, los directivos de la compañía "están utiizando la negociación del convenio colectivo y los intereses de los trabajadores ferroviarios, para hacer méritos ante la nueva presidenta de Renfe, recientemente designada por el Gobierno socialista".

RENFE QUIERE SEGUIR HABLANDO

Por su parte, fuentes de la dirección de Renfe aseguraron a Servimedia que esa acusación "es una tontería", y que la oferta de la dirección "está en el límite económico que puede ofrecer la empresa".

Según Renfe, la actitud de los sindicatos no se corresponde con sus lamamientos a la dirección para que flexibilice sus posturas, y recuerda que "la última oferta mejora en 1.900 millones de pesetas el presupuesto que presentó la empresa al principio de las negociaciones".

Las mismas fuentes indicaron que en la reunión mantenida esta mañana, los responsables de la compañía reiteraron su deseo de "seguir discutiendo el resto de las cuestiones objeto de acuerdo, a pesar de la convocatoria de paros".

El anuncio de nuevos paros en Renfe se produce después de la descovocatoria de huelga para el 29 y el 30 de abril, realizada por las centrales al entender que "se estaba produciendo un acercamiento entre ambas partes".