Según informaon hoy los miembros del comité, el motivo de la huelga es la negativa de la dirección a aceptar las peticiones que los trabajadores quieren incluir en el convenio colectivo de la compañía.

En la reunión que la mesa negociadora mantuvo hoy, la dirección reiteró su última oferta de convenio para dos años, que consiste en financiar con 8.900 millones de pesetas las subidas salariles en 1991 y un incremento igual al IPC más dos puntos en 1992.

Los responsables de la compañía consideran que su propuesa está en el límite de las posibilidades económicas de la empresa para el presente año, y que representa una mejora de 1.900 millones de pesetas respecto a la propuesta que hizo la dirección al iniciarse las negociaciones.

Por su parte, los sindicatos aseguraron que esos 8.900 millones de pesetas "realmente sólo permitirían un incremento medio del 6,5 por cien". Además, acusan a la dirección de intentar "costear el aumento de sus dietas con el dinero de los salarios de los trabajadores".

"3.000 DIRETIVOS"

Los sindicatos de Renfe criticaron que se mantengan unas dietas "de miseria" para el conjunto de las plantillas, "en lugar de mejorarlas controlando mejor los gastos de viajes de 3.000 directivos que tiene la empresa".

Añadieron que la compañía no ha dado aún respuesta a su propuesta de distribuir la masa salarial para 1991 mediante un incremento general del 7 por cien en todos los conceptos fijos, excepto primas, y un aumento salarial del 6,5 por cien.

También piden dos pagas semestrles por productividad de 30.000 pesetas cada una, que se elevarían hasta 50.000 pesetas en 1992, y una valoración máxima de las dietas diarias de 3.240 pesetas, lo que supondría un incremento del 45 por cien.