Esteve, que hizo estas declaraciones en rueda de prensa para explicar los acuerdos tomados ayer en la reunión de la Ejecutiva de su partido, dijo que "públicamente" no haría "ninguna declaración negativa"contra Unió, y se reafirmó en la voluntad expresada ayer por Jordi Pujol de que "dejen de hacerse comentarios al respecto" y comience a trabajarse en la ponencia conjunta.

Sin embargo, el dirigente de CDC no ocultó la existencia de un conflicto con sus socios de coalición y recordó que antes de que la opinión pública conociera las dudas de UDC respecto a la nueva ley, centradas principalmente en el uso de las dos lenguas entre pequeños comerciantes y profesionales, los democristianos "conocían perfectmente el tema".

Pere Esteve destacó el carácter "sensible e importante" del tema de la lengua para que se convierta en un conflicto de la coalición añadido a los que han ido surgiendo en los últimos meses, tras la celebración de los congresos de ambos partidos.

El secretario general de CDC no quiso calificar de "rectificación" la voluntad de Duran Lleida de dar por terminada la polémica y defender la continuidad de la coalición, aunque consideró que "lo que dijo ayer deja clara la situación de Ci" para seguir trabajando conjuntamente.

Esteve no quiso responder a una pregunta sobre la posibilidad de que se rompa CiU tras este nuevo episodio de crisis, y añadió que "a pesar de todo destaco el aspecto positivo de la coalición".

El dirigente convergente insistió en que "esta vez el conflicto se ha producido entre Unió y el Gobierno de la Generalitat, no entre Unió y CDC".

Sobre el planteamiento del texto aprobado por el Gobierno catalán que servirá de base a la nueva ley del uso de las enguas, indicó que "el hecho de que las discrepancias de los partidos hayan sido moderadas y en torno a la misma propuesta, la cualifica de manera muy positiva".