Los controladores piden un aumento de la plantilla que corrija la práctica de hacer ciclos de trabajo en horas de descanso, mientras que AENA se limita a comprometer la inorporación máxima que exige el rígido sistema actual de formación.

Según Navío, "que los controladores hacen horas extras es algo evidente desde hace más de diez años", pero el problema radica en la falta de acuerdo entre AENA y los controladores para resolver el problema mucho antes.

A su juicio, el conflicto tiene su origen en la conversión de los funcionarios de Aviación Civil al ente público de Aeropuertos (AENA), y el compromiso adquirido entonces con los controladores de permitirles interveir y dominar el proceso de formación de nuevo personal.

"Esta circunstancia", agregó el presidente de AECA, "es la que ha permitido a los controladores dominar el grifo de nuevas incorporaciones y, por tanto, influir en su cotización profesional".

La solución, añadió el representante de las principales compañías aéreas privadas de España, es que se liberalice la formación de los controladores mediante centros homologados privados.

Navío criticó también que tanto la USCA, sindicato del colectvo, como AENA no hayan sido capaces de aprovechar la negociación que mantienen desde hace año y medio para llegar a acuerdos que eviten el conflicto.

"Al final", dijo, "en este sector todo acaba en un huelga que pagan los pasajeros y las compañías, ya que no hay que olvidar que todo esto tendrá un sobrecoste, no cifrado aún, de varios cientos de millones al día".