A pesar de que ninguno de los soldados, mandos y personal civil está hospitalizado, el tratamiento continuará por un plazo de 3 meses, a partir del día en que empezó,para evitar un posible rebrote.

Las pruebas de tuberculina hechas a principios de agosto, al detectarse la enfermedad en el soldado Julio Blanco Mielgo que cumplía el servicio militar en el cuartel de intendencia de Valladolid, dieron positivo en cerca de un centenar de soldados de remplazo y de otras unidades de la plaza de Valladolid. Sin embargo, este resultado no significan que sufran la tuberculosis.

Al conocerse el resultado de las pruebas estalló la alarma en los cuarteles vallisoletanos, ometiéndose a todos los afectados a medicación preventiva y pruebas de reconocimiento.

Tras la alarma inicial se comprobó, no obstante, que ninguno de los otros soldados que había tenido contacto con Julio Blanco Mielgo, sufría la enfermedad como tal.

El Estado Mayor de La Coruña, del que depende el cuartel vallisoletano, declaró, ante las denuncias de los soldados de que el estado de las instalaciones fue la causa del brote, que el soldado Julio Balnco había ingresado en el cuartel enfermo y queanteriormente había estado ingresado en un hospital de Ponferrada.

El teniente coronel Navas, del Estado Mayor de La Coruña, confirma ahora que Blanco Mielgo ha sido excluido del servicio militar y se encuentra actualmente en casa junto a su familia, que desde que se dió publicidad del caso sufre el estigma de ser "la familia del tuberculoso"

Por otra parte, el teniente coronel declaró a Servimedia que "en estas circunstancias aprendemos todos lo que sólo los médicos saben de la tuberculosis. Tod aquel que haya sido vacunado en plazo inferior a 3 años o que en tiempo reciente haya tenido contacto con una persona enferma resulta positivo en la prueba. Ello da idea de lo fácil que resulta la transmisión de la tuberculosis en los umbrales del siglo XXI".