El juego consiste en el lanzamiento al aire de dos monedas antiguas en medio de un corro de personas que apuestan a caras o cruces.

Algunos gobernadores civiles como el de León, Manuel García Guerra, se han mostrado inflexibles con esas apuestas, y han procedido al cierre de algunos corrillos, obligando a los asistentes a dispersarse e interviniendo todas las cantidades del juego.

En la localidad de La Bañeza (León), donde la práctica es habitual, se han decomisado estos días hasta 16.000 pesetas por corro.

Sin embargo, en Valladolid las autoridades no han tomado de momento ninguna medida. El alcalde de la localidad vallisoletana de Mayorga de Campos, Pdro del Pozo, ha afirmado que, aunque conocen la ilegalidad en que están incurriendo, muchos vecinos siguen acercándose a los locales en donde se sabe que las apuestas son más fuertes.

Del Pozo reconoció que "le hemos pedido a la Guardia Civil que hagan un poco la vista gorda mientras no haya problemas, porque esto es algo que se ha hecho siempre, es tradición".

Los corros de chapas, en los que muchas veces puede verse a más curiosos que apostantes, están organizados por los llamados "barateros",que animan al juego e instan a los presentes a sacar sus fajos de billetes.