Este desplome de las perspectivas optimistas se produce por segundo mes consecutivo. La percepción negativa de los españoles sobre la situación económica creció 9 puntos entre marzo y abril, al tiempo que el número de optimistas decrece.

Los que la consideraban mala o muy mala en mayo sumaban un51,5 por ciento, mientras que en abril eran un 46,1 por ciento. En el otro extremo, los que la juzgan buena o muy buena son el 9,9 por ciento y un mes antes eran el 10,6 por ciento.

Los españoles que creen que la situación económica empeora son más, pero también crecen las expectativas negativas sobre el futuro. Mientras en mayo el 46,8 por ciento creía que en un año las cosas habrán empeorado, en abril eran un 44,5 los que pensaban lo mismo.

Un 10,6 por ciento de los encuestados se muestra optimista y opina que la situación económica mejorará en los próximos 12 meses, igual que en abril, cuando los que sostenían esta misma tesis eran también un 10,6 por cien.

Una buena parte de los consultados, un 33,5 por ciento en marzo y un 30 por ciento en abril, opina que las cosas estarán igual dentro de un año.

En relación con la situación política, el barómetro de mayo indica que el 18,1 por ciento la ve buena o muy buena, mientras que el 35,8 por ciento la juzga mala o muy mala. En abril los optimistas eran el 20,5 por ciento y los pesimistas el 29,8 por ciento.

La proyección a 12 meses revela que el 51,2 por ciento espera que la situación política siga igual, el 22,1 por ciento afirma que empeorará y el 11,8 por ciento que mejorará.

Un mes antes, el 46,4 por ciento pensaba que las cosas seguirían igual el año venidero, el 20,1 por ciento vaticinaba un empeoramiento y el 15,9 por ciento esperaba una mejoría.