Según explicó Conte en declaraciones a la prensa tras un acto sobre la conmemoración del décimo aniversario de la alianza Oneworld, "no habrá fusión si no se llega a un acuerdo con respecto a la valoración relativa y al gobierno corporativo" de la compañía resultante de la operación.

Declaró ser "optimista" sobre el futuro de esta operación. Pero, en el caso de que no llegara a buen puerto, en Iberia "nos tendremos siempre a nosotros mismos", ya que "Iberia tiene su propio nicho de mercado" y una posición "muy importante y fuerte en Latinoamérica".

Conte subrayó que la actual relación euro/libra y la evolución de los mercados influyen en este proceso en el que se están teniendo en cuenta la percepción de los analistas, las posibles sinergias que tendría la fusión y elementos de mercado a corto y largo plazo.

En cuanto a la ecuación de canje de acciones de British e Iberia, Conte dijo que "probablemente estamos ahora en un valor intermedio" de las cifras que se han barajado en los últimos meses.

Por otro lado, el actual presidente de Oneworld y consejero delegado de American Airlines, Gerard Arpey, consideró que tanto Iberia como British Airways son "dos socios muy importantes para el resto" de aerolíneas de la alianza.

"Si se establecieran lazos más estrechos "entre ambas, como fruto de una fusión, "se reforzaría la solidez de Oneworld y se beneficiarían todos sus miembros", dijo.

El director de Estrategia de British Airways, Robert Boyle, (el consejero delegado, Willie Walsh, no pudo asistir por los problemas de tráfico aéreo que afectan a Londres, como consecuencia del temporal) incidió en la "especulación" que rodea a la operación.

"Cuando haya posibilidad de estrechar la relación", tanto con Iberia como con Qantas, "lo haremos, siempre y cuando sea beneficioso para ambas compañías", conluyó.