Los niveles admisibles del ozono de baja cota están fijados por un Real Decreto que establece distintos límites: umbral de protección de la vegetación, umbral de prtección de la salud, umbral de información a la población y umbral de alerta a la población.

Este tipo de contaminante produce irritación ocular y de los conductos pulmonares, causando dificultades respiratorias e incrementando hasta un 12% el riesgo de mortalidad de los enfermos respiratorios crónicos, según un infome de la Unión Europea (estudio APHEA). El ozono es igualmente tóxico para la vegetación y los árboles.

Según Juan García, autor del informe, en toda España se superaron, durante el ao 2000, los umbrales de protección de la vegetación y protección de la salud. Esto significa que "estamos ante un problema estructural, y no puntual", declaró en la presentación del estudio.

El autor del informe destacó, como dato paradójico, que se detecta una mayor contaminación por ozono en las ciudades pequeñas y áreas rurales que en las grandes ciudades. Esto se debe, aseguró, a que "la formación de este contaminante se produce a cierta distancia de sus contaminantes precursores (dióxido de nitróeno e hidrocarburos). También influye la dirección y la velocidad del viento, que desplaza el aire contaminado".

El portavoz de Ecologistas en Acción criticó la ausencia de medidas para solucionar este problema, y senaló que "la información facilitada por las administraciones públicas debe considerarse deficiente, ya que no protege la salud pública. Además, no existen estudios epidemiológicos o de efectos sobre la vegetación y la salud".

A pesar de las reiteradas superaciones de los umbrales de potección de la salud, señaló Juan García, "no se están tomando medidas que limiten las emisiones de las grandes fuentes contaminantes: el tráfico, las centrales térmicas y las industrias químicas. De hecho, la política de transportes está estimulando un aumento y con ello un empeoramiento progresivo de la calidad del aire".