EL CONSUMO HA SUPERADO YA EL NIVEL MAXIMO QUE ALCANZO EN EL CICLO EXPANSIVO ANTERIOR, SEGUN MALO DE MOLINA
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El director general del Banco de España, José Luis Malo de Molina, manifestó hoy que aunque el consumo sigue recuperándose aún lentamente, en este momento estamos ya por encima del nivel máximo que alcanzó en el ciclo expansivo anterior.
Sin embargo, Malo de Molina consideró que es necesario que elnuevo Gobierno mantenga una política económica antiflacionista como objetivo principal de la legislatura que comienza.
El director general del Banco de España, que participó en una jornada sobre tipos de interés organizada por la Asociación para el Progreso de la Dirección (APD), señaló que 1995 fue un año que permitió el saneamiento de las empresas, aunque no el saneamiento del sector público.
En este sentido, aunque Malo de Molina reconoció que se han producido avances "modestos" en la reducció del déficit público, consideró que su nivel es aún "abultado" y que sigue creciendo la deuda pública a un ritmo excesivo, que ha hecho que 1995 haya terminado en el 65,2 por ciento del PIB, desbordando ampliamente los límites establecidos en el Tratado de Maastricht.
Malo de Molina afirmó que el consumo durante 1995 se basó en el aumento del 8 por ciento de la renta disponible de los españoles, a pesar de lo cual los ciudadanos mantienen aún "cautela" ante el consumo y una mayor inclinación al ahorro que creció un 20 por ciento en 1995, dirigido principalmente al ámbito de la adquisición de viviendas y de activos financieros.
Según dijo, la menor protección al consumo tiene una incidencia en términos de inflación, aunque sus consecuencias negativas son impedir un mayor crecimiento económico y poner límites a los ingresos públicos.
Aseguró que a pesar de que la tendencia de la inflación en España se ha consolidado de forma positiva, existen "riesgos de repuntes en tasa anual" en los próximos eses por "factores puntuales heredados del pasado año". A pesar de estos riesgos, el balance del director del Banco de España es positivo.
Sin embargo, la dificultad para reducir la inflación por debajo del 3,5, para llegar al objetivo de la política monetaria del 3 por ciento del año 97, puede encontrarse con un crecimiento de los salarios, que en 1995 registró un aumento del 4,5 por ciento y que supone un parón en el proceso de desacelaración de los costes labores que se venía produciendo y un obstáulo para la disminución de la inflación.
Finalmente, Malo de Molina se refirió a las medidas que deberá tomar el próximo Gobierno, de acuerdo con los siguientes objetivos: disciplina presupuestaria, rápida decisiones para la reducción del déficit público, liberalización de aquellos mercados con rigidices regulatorias que impulsan los precios al alza y una mayor flexibilidad en el mercado de trabajo que permita un empleo estable.
(SERVIMEDIA)
26 Abr 1996
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