La propuesta, aprobada en primera lectura por la Eurocámara, defiende que se permita la libre circulación del chocolate con o sin las citadas grasas, pero siempre que se garantice la calidad de producto y el derecho a que los consumidores sean informados.

El ponente del informe parlamentario, el belga del Grupo de los Verdes Paul Lanoye, explicó durante el debate que "no es aceptable denominar sin matices chocolate al que incluya hasta un 5% de grasas vegetales".

Las enmiendas introducidas por el Europarlamento autorizan la comercialización de todo el chocolate fabricado en los Estados miembros, respetando la normativa nacional del país productor sobre el contenido en grasas vegetales,pero exigen que en el etiquetado y en la lista de ingredientes figure claramente la inscripción "contiene grasa vegetales distintas a la manteca de cacao", si tal es el caso.

La cuestión del chocolate ha sido causa de polémica desde que el Reino Unido, Irlanda y Dinamarca se incorporaron a la Comunidad Europea en 1973, pues estos países autorizaban el uso de grasas vegetales en su chocolate, mientras que los Estados miembros sólo permitían la manteca de cacao.

El resultado fue la fragmentación de mercado comunitario en dos bloques de países: aquellos que permitían hasta un 5% de grasas vegetales, (que además de los mencionados son Finlandia, que permite hasta el 10%, Austria, Portugal y Grecia) y aquellos que lo prohibían (España, Alemania, Bélgica, Francia, Grecia, Italia, Luxemburgo y Holanda).

Para hacer frente a esta situación y para armonizar el mercado interior, la Comisión propone modificar la directiva de 1973 dando a los Estados miembros la posibilidad de autorizar la adición de gras vegetal diferente a la de cacao en un máximo de l5 por ciento.