Según informó hoy la Agrupación de Fabricantes de Cemento de España (Oficemen), estos datos rompen una tendencia ascendente que se mantuvo durante 10 años (1997-2007) y sitúan al sector en los niveles del año 2001.

La patronal cementera está a la espera de que los planes de inversión pública, especialmente a través de la financiación a los ayuntamientos, tenga su traslación en este sector. En cualquier caso considera que el efecto de esta inyección financiera por parte del Gobierno tardará unos meses en hacerse notar.

En este contexto, las 36 fábricas de producción integral existentes en España han tenido que ajustar su producción, rebajándola un 23,2% hasta los 42 millones de toneladas. Lo mismo ha ocurrido con las políticas de importaciones de cemento y clinker.

Durante el año pasado se trajeron 7,7 millones de toneladas de terceros países, lo que significa una reducción del 44,7% frente al 2007.

El parón en la actividad constructora durante el 2008 obligó al sector a potenciar las exportaciones. El año pasado 2,2 millones de toneladas de clinker y cemento producido en las fábricas españolas se destinaron a otros mercados de la Unión Europea, Estados Unidos y Norte de África, fundamentalmente.