El responsable de Oficemen señaló que el sector pasa por una situación "complicada" que no mejorará en 2009, año en el que está previsto el consumo baje un 20%.

Hasta noviembre, el consumo de cemento ha bajado un 23%, hasta las 40,4 millones de toneladas, y la producción lo ha hecho un 21,5%, 39,7 millones. Las exportaciones han subido un 91,6%, mientras que las importaciones bajaron un 43,8%.

El parón en la construcción residencial y el hecho de que la obra pública no lo haya compensado como se esperaba que ocurriera, ha provocado que en algunas fábricas se esté paralizando de forma temporal el funcionamiento de algunos hornos.

Desde la patronal señalaron que además la obra pública por sí sola no arreglará el problema, y agregaron que es necesario que se promueva más vivienda protegida, en concreto alrededor de 100.000 pisos.

A la crisis de la construcción y la consiguiente bajada de la demanda se suma el elevado precio de la energía eléctrica. Así, el director general de Oficemen, Aniceto Zaragoza, indicó que el incremento del coste es "inasumible" por el sector y le resta competitividad.

En este sentido, Zaragoza destacó que los precios en España "son sustancialmente más altos" que en la media europea.

Por otra parte, los productores de cemento apuntaron la problemática de las emisiones de CO2. Así, si no se obtienen la asignación gratuita de derechos de emisiones de CO2 podría iniciar un proceso de deslocalización industrial.

Esta situación supondría la destrucción de 5.000 puestos de trabajo en el sector en España, pues por ejemplo, el clinker tendría que dejar de producirse.

En la actual coyuntura, la patronal cementera señala que las últimas medidas puestas en marcha por el Gobierno, con un fondo de 8.000 millones para inversión en infraestructuras locales, es "insuficiente" una vez analizada la letra pequeña de la medida, que no permite recibir ayudas a proyectos de más de cinco millones.