Este apoyo a la citada proposición de ley se suma a la campaña emprendida por el movimiento vecnal en 1997 para reivindicar una rebaja del IVA en todos aquellos suministros domésticos básicos, como la energía eléctrica, el agua, el gas y el teléfono.

Según la CAVE, el incremento de la inflación, debido en su mayor parte a la subida del precio del petróleo y, por tanto, de los combustibles, hace pensar en una inevitable subida de los precios del transporte público para el próximo año, con lo que una disminución del IVA podría servir de contrapeso.

Por otra parte, según la confederación, la educción del IVA y la posible disminución de los precios de los billetes de transporte contribuiría a sanear la "dañada" economía de los consumidores y usuarios, y redundaría en una mejor calidad de vida en las ciudades españolas, que tienen en el transporte privado un gran problema y el mayor enemigo del medio ambiente.

La CAVE insiste en la necesidad de que la rebaja del IVA del 7 al 4% se extienda a todos los suministros domésticos básicos, ya que considera que la imposición indirecta de estos servcios de primera necesidad es en la actualidad "excesiva e injusta".