Para Natividad Cifuentes, de la UCE, los precios máximos son una garantía ara el consumidor y si éstos se suprimen "nos tememos que no va a traer como consecuencia una reducción de los precios, porque realmente el precio en las gasolinas se marca por lo que marcan las grandes compañías".

Cifuentes recordó que la liberalización actual, cuya única restricción son los precios máximos, "debería haber permitido una mayor oscilación de precios de unas compañías petroleras a otras y eso no se ha producido. Entonces, la supresión de ese máximo no nos da ninguna confianza de que seala garantía para que haya un precio más competitivo".

Por su parte, Miguel Martínez, director de la OCU, manifestó a Servimedia que si se quitan los topes máximos "la subida puede ser tremenda". En el caso de los automovilistas que no tienen transporte público alternativo, la liberalización total "puede impedirles incluso llegar a fin de mes".

La OCU considera que si se cumplen las previsiones de los consumidores -que suban los precios en lugar de bajar- el Gobierno debería plantearse revisar el istema de impuestos que gravan los combustibles, unos impuestos indirectos de primer orden por su volumen.