Las cinta piratas fueron descubiertas por la Guardia Civil, que realizó una inspección en el videoclub tras recibir una denuncia de la Federación Antipiratería. Los agentes se incautaron en el registro de un total de 184 copias fraudulentas de diferentes títulos cinematográficos.

Según Da Silva, la federación "ha hecho un océano de un vaso de agua", ya que a su juicio no ha presentado ninguna prueba concluyente que demuestre su culpabilidad. En declaraciones a Ser Las Palmas, el cónsul luso insistió en que fueon otras personas, probablemente clientes de su videoclub, quienes piratearon las cintas.

Da Silva calificó de "aberrante" la situación creada tras la denuncia de la Federación Antipiratería y acusó a los jueces de no examinar detalladamente las pruebas que aportó para demostrar su inocencia.