Dicho consejo reunirá semanalmente a representantes de las principales asociaciones de discapacitados galas, para debatir propuestas de servicios y adaptaciones para hacer accesible la red de transporte férreo a los viajeros con distintas minusvalías.

La Ley para la Igualdad de Derechos y Oportunidades de las personas con Discapacidad, aprobada en febrero del pasado año en el país vecino, estableció un plazo de diez años para que las empresas de transporte colectivo adoptaran las medidas necesarias para garantizar la accesibilidad de todos los viajeros con movilidad reducida y de los que sufren discapacidad sensorial y psíquica.

De aquí a esa fecha, todas las estaciones de tren deberán contar con personal de acogida para los viajeros con discapacidad, ascensores en cada andén y anuncios por megafonía para los viajeros ciegos, entre otras adaptaciones.

Cada año, 400.000 personas con discapacidad viajan en tren en Francia, y la acogida de estos viajeros se ha convertido en una de las principales preocupaciones de los responsables de la SNCF, que ya ha adoptado algunas medidas, como ofrecer trayectos de "puerta a puerta" a los usuarios con movilidad reducida, mediante microbuses que les llevan de sus domicilios a la estación, o incorporar personal formado en la lengua de signos.

Actualmente, las principales prioridades de los ferrocarriles franceses son lograr la plena accesibilidad de sus estaciones, de sus nuevos trenes de alta velocidad y de las máquinas de venta de billetes.