Fernández-Miranda realizó estas declaraciones durante una conferencia titulada "El informe del Consejo de Estado sobre la reforma constitucional" en los cursos de verano que organiza la Fundación para el Análisis y los Estudios Sociales (FAES), dirigida por el ex presidente del Gobierno José María Aznar.

El catedrático de Derecho Constitucional de la Universidad Complutense aseguró que el informe que ha elaborado el Consejo de Estado a solicitud del Consejo de Ministros ha generado "molestias" en el Ejecutivo de Rodríguez Zapatero porque, más allá de las cuestiones planteadas, responde "con valentía" a otros problemas constitucionales que el Gobierno no había puesto sobre la mesa.

Fernández-Miranda destacó que, ante el deseo de Zapatero de incluir los nombres de las comunidades autónomas en la Carta Magna, el Consejo de Estado plantea su inclusión en el Título Preliminar en lugar de en el Título VIII, lo que exigiría una mayoría de dos tercios, convocatoria de elecciones y referéndum en el caso de que en el futuro quisiera ser modificado.

En su opinión, se trata de una acertada idea para "petrificar" el actual mapa autonómico y acabar definitivamente con las "pretensiones soberanistas" de los partidos de corte nacionalista. De ese modo, explicó, no podría plantearse la unión de los denominados "Países Catalanes" ni la partición de otras comunidades sin aplicar el arduo proceso de reforma que establece el artículo 168 de la Constitución.

Fernández-Miranda aseveró que tampoco sería posible la anexión de Navarra al País Vasco dado que el informe del Consejo de Estado da por "obsoleta" la disposición transitoria cuarta. Como única variación autonómica, aseguró que sólo cabría la conversión de los ayuntamientos de Ceuta y Melilla en comunidad en virtud de la disposición transitoria quinta.

Aseguró que, después de 30 años, no tiene "ningún sentido" dejar abierto el mapa territorial con las únicas "salvedades" de las dos ciudades autónomas o la futurible incorporación de Gibraltar a España. "No creo que el Consejo de Estado piense en el Sáhara Occidental", bromeó.

LIMITAR EL TRASPASO DE COMPETENCIAS

Otra de las cuestiones principales, según dijo, planteadas por el Consejo de Estado es la limitación de las competencias del Estado y de las comunidades autónomas, especialmente en lo referido a la delegación de competencias a través del 150.2 de la Carta Magna.

Fernández-Miranda denunció que este artículo se ha convertido "en un arma de abuso" por algunos gobiernos autonómicos para asumir o participar en competencias exclusivas del Estado pese a que el proceso de descentralización ha llegado "muy cerca del máximo competencial, si no es que lo hemos alcanzado ya".

El catedrático de la UCM aplaudió que el Consejo de Estado no entre a separar entre competencias del Ejecutivo central y de los gobiernos autonómicos porque sería un proceso "muy inconveniente por enojoso e inútil". El pricipal problema, señaló, se encuentra en la aplicación del 150.2, dado que permite al Estado "transferir o delegar" competencias a las comunidades.

A su juicio, que el órgano consultivo proponga en estos momentos al Gobierno suprimir el término "transferir" para dejar claro que es el Estado quien delega temporalmente una competencia supone un golpe "muy duro" al proceso de reformas impulsado por Rodríguez Zapatero.

Fernández-Miranda interpretó que el Consejo de Estado ha demostrado cierta "rebeldía" con respecto al tipo de informe que le solicitó el Gobierno y ha ido más allá para frenar el "abuso inaceptable" en el que se ha convertido el 150.2.

El catedrático manifestó que esta propuesta tiene una "carga política" tan importante en este momento, con varias reformas estatutarias en marcha, que "no me extraña que haya incomodado profundamente al Gobierno".

Según dijo, el Consejo de Estado plantea "reflexiones políticas de profundo calado que interfieren en el transcurso de las reformas estatutarias y que molestan profundamente al Gobierno porque va en sentido inverso al camino caótico que ha seguido en la modificación de los estatutos".

CRÍTICAS AL ESTATUTO CATALÁN

Fernández-Miranda arremetió contra el nuevo estatuto catalán porque, aunque en las Cortes Generales se han limado "muchas barbaridades de inconstitucionalidad evidente", la patena que Rodríguez Zapatero prometió dejar limpia "sigue sucia" una vez aprobado y ratificado en referéndum.

Dado que el Partido Popular ya ha anunciado la presentación de un recurso de inconstitucionalidad contra el estatuto catalán, pronosticó que el Alto Tribunal acabará dando el visto bueno con una "sentencia interpretativa" pese a definir a Cataluña como una nación.

Fernández-Miranda vaticinó que el Tribunal Constitucional argumentará que las nacionalidades son un "sentimiento cultural" y recalcará que, por lo tanto, España sigue siendo "la única nación jurídica de España". Con esa respuesta, dijo, muchos españoles se sentirán "complacidos" y al mismo tiempo "frustrados porque el PSOE venderá que el estatuto es conforme a la Constitución".

Sobre el resto de las modificaciones constitucionales planteadas por Zapatero, Fernández-Miranda señaló que no existen mayores problemas tras el informe del Consejo de Estado si bien destacó que, en el caso del Senado, ha tenido que plantear varias alternativas porque el Gobierno lo ha puesto sobre la mesa "sin decir a dónde quiere llegar, qué tipo de Senado quiere y qué sistema electoral tiene pensado".