Al término de la reunión celebrada esta tarde en el Ayuntamiento vizcaíno de Bermeo, los alcaldes de los puertos vascos de bajura solicitaron la proibición del empleo de redes de malla a la deriva ya que, a su juicio, esquilma el ecosistema marino y son una desventaja para los pescadores que utilizan artes tradicionales.

El alcalde de Bermeo, Juan Carlos Goienetxea, considera que debe regularizarse este tipo de pesca y pidió a los subsectores pesqueros que se solidaricen con los atuneros españoles y no compren ni comercialicen el pescado que esté capturado con este tipo de artes que, aseguró, son "depredadoras".

Los representantes de los muncipios costeros decidieron además apoyar la manifestación que los pescadores realizarán el próximo lunes en dicha localidad en protesta por la importación de pescado ilegal en la Comunidad Autónoma Vasca, así como un nuevo bloqueo de los puertos comerciales si los pescadores lo creen conveniente.

Por su parte, los representantes de las Cofradías de Pescadores de Vizcaya y Guipúzcoa se reunieron hoy en Ondarroa con importadores y conserveros de diversos puntos del territorio vasco, con el objeto de impdir la entrada del bonito capturado con redes ilegales.

La empresa Infrisa, acusada por los pescadores de dar entrada a casi 100.000 kilos de túnidos procedentes de barcos volanteros irlandeses, comunicó hoy que apoyará la lucha de los boniteros contra el uso de redes ilegales y se comprometió a realizar su actividad dentro de un marco de absoluta legalidad.

Infrisa anunció el compromiso adquirido por la empresa con el Departamento de Agricultura y Pesca del Gobierno Vasco de no importar bonito d procedencia ilegal.

Pese a ello, responsabilizó a los representantes de los pescadores de los daños que se puedan ocasionar contra la empresa después de que ayer declararan un ultimatum contra Infrisa, al considerar que el bonito importado provenía de capturas ilegales, lo que ha sido negado por los directivos de la conservera.

Por otro lado, el Gobierno Vasco ha dado ordenado partir hacia el caladero atlántico al buque de inspección "Hendai" a bordo del cual se encuentran embarcados dos inspectres del Ejecutivo vasco y anunció el reforzamiento de la vigilancia de la entrada de pescado extranjero en la comunidad, controlando incluso a las empresas importadoras.